
Artículo de Elperiodico.com:
Incesantes mensajes de incitación al consumo compulsivo calan en sectores de la población vulnerable -especialmente, en adolescentes y jóvenes- y bajo el influjo de celebridades y deportistas de élite idolatrados, de dudosa moralidad, atraen al juego y a las apuestas on line de forma alarmante, de tal suerte que el juego es ya una de las adicciones más importantes de este siglo. Sin que se prohíba esa dañina publicidad, se anuncia por el ministro del ramo que tan solo será restringida, pero resulta que en la franja horaria de mayor audiencia se va a permitir.
Ello está provocando situaciones de sobreendeudamiento que propician los denominados microcréditos y las tarjetas revolving -anunciados como créditos fáciles y rápidos- que encierran altísimos intereses y abocan a un círculo diabólico y vicioso del que resulta muy difícil poder salir.
El próximo día 26 de febrero el Tribunal Supremo tiene la palabra para poner orden y aclarar si esos intereses resultan abusivos y deben tenerse por no puestos -con declaración de nulidad del contrato- y si la publicidad de tales tarjetas resulta engañosa al comercializarse con irreverente opacidad o patentizada falta de transparencia. El asunto no es baladí: en el año 2017, el número de tarjetas de crédito llegó a duplicar a las de débito. Ello, unido a una escasa o nula educación financiera, puede llevar a un cóctel explosivo: un preocupante endeudamiento de los hogares.