Noticia de levante-emv.com:

Las casas de apuestas, casinos y bingos de la Comunitat Valenciana han esquivado las últimas limitaciones de horarios impuestas a la hostelería y al ocio como medidas para contener la nueva ola de coronavirus y operan con relativa normalidad hasta las 22.00 horas, cuando entra en vigor el toque de queda actual. La única excepción, además de la reducción de aforos al 30 % como en el resto de comercios, es que desde las 17.00 horas no pueden ofrecer ningún servicio de comida o bebida, según confirmó ayer la Conselleria de Sanidad a consultas de este diario.

Una situación legal que resulta insuficiente para las agrupaciones que combaten la adicción al juego, que denuncian el alto riesgo de contagio que entrañan muchos de estos locales por sus características. Por su parte, el sector del juego destaca que acumula pérdidas de cerca del 50 % por la pandemia e insiste en su compromiso con el cumplimiento de las medidas sanitarias.

 Sanidad no prevé modificaciones

El último decreto de restricciones aprobado por la Generalitat Valenciana el pasado 7 de enero y que estará en vigor hasta al menos final de mes establece que la obligación de cese de actividad a las 17.00 horas afecta únicamente a los negocios de «restauración y hostelería».

Los locales de ocio nocturno como los pubs, reconvertidos a diurnos recientemente para poder ofrecer el mismo servicio que los bares, también quedan sometidos a esta norma mientras que las discotecas, al tener una licencia que solo les permitía abrir a partir de las cinco de la tarde, quedan cerradas de facto. Una categorización que deja fuera a los salones de juego, si bien no les exime de la prohibición de ofrecer servicio de hostelería a partir de las 17.00 horas.

Fuentes del departamento que dirige la consellera Ana Barceló aseguraban ayer que la Generalitat no contempla rectificar la resolución para limitar los horarios de apertura de casas de apuestas, bingos y casinos, ya que son «negocios legales» y por lo tanto «pueden operar con normalidad». Por eso, desde su apertura y hasta las cinco de la tarde, están autorizados a ofrecer comida y bebida en función de lo que contemplan sus licencias de actividad y pueden permanecer abiertos hasta el toque de queda.

La Plataforma contra las Apuestas ha hecho saltar la alarma ante esta situación, ya que considera que estos locales son ocio y que además carecen de la ventilación adecuada. Además, al ser espacios opacos critican que no se puede ver su interior desde fuera y que la adicción de algunas personas al juego provoca que muchos de ellos pasen muchas horas en estos establecimientos.

La patronal de salones de juego valencianos destacó su «férreo deseo» de velar por la salud pública e insistió en el estricto cumplimiento de todos sus protocolos.