No hay que perder la cabeza con el juego

Consejos para cuidarse y detectar padecimientos

Gracias al desarrollo de internet se puede acceder a mucha información, hacer compras, vender cosas y hacer diferentes transacciones comerciales, pero también ha dado pie para que los juegos de azar o de apuesta suban a un nuevo nivel. De esta forma han aparecido nuevos focos que representan un riesgo en lo que a salud mental se refiere, y es que la adicción a las apuestas online va creciendo cada vez más.

La adicción a los juegos de azar, de apuestas y cualquier otro tipo de juego en los que esté involucrado el dinero se conoce como ludopatía. Si bien aún no hay una definición específica para las apuestas en línea, estas también entran en esta categoría. La psicopatología consiste en la experiencia de dependencia generada por participar en los juegos de azar. En el caso de internet, existen cientos de sitios que promueven dichos juegos, desde casinos virtuales hasta casas de apuestas.

El sistema de juego suele ser parecido a un casino tradicional, donde se apuesta dinero real y también se corre el riesgo de perderlo. Sin embargo, el hecho de tener acceso a internet facilita las cosas para que un adicto pierda el control.

Cómo identificar la adicción

Las características de la adicción, o sintomatología, son los mismos que se presentan en una persona compulsiva. Una de ellas es que, mientras no esté apostando o jugando, la persona estará pensando en ello. No importa dónde esté, no prestará atención a su entorno ni a lo que dicen porque sus pensamientos están girando en torno al juego. Esto produce una sensación de malestar porque lo que más quieren en ese momento es estar jugando. En el caso de que tenga acceso a internet a través de su teléfono u otro dispositivo, lo más seguro es que la persona intentará participar en los juegos en línea.

Cambio de estados de ánimo

Las personas que apuestan presentan cambios en su comportamiento. Mientras no estén jugando, mostrarán una actitud irritable y hostil, reaccionando con molestia y enfado, y son antipáticos a su entorno. Por otro lado, ocultarán información sobre sus problemas, ya que prefieren que las personas cercanas no centren su atención en su dependencia. Esto podría hacer que la persona adicta termine distanciándose de su propio entorno.

Artículo original en cronica.com.ar

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