El confinamiento puede convertirse en una trampa más para la ludopatía o las personas con trastornos del juego, y puede suponer también una puerta de entrada a esta adicción para la población adolescente

El confinamiento puede convertirse en una trampa más para la ludopatía o las personas con trastornos del juego, y puede suponer también una puerta de entrada a esta adicción para la población adolescente