Analizamos algunas de las preguntas-respuestas más comunes sobre la ludopatía.
La ludopatía es un tipo de trastorno que hoy en día afecta al 0,3% de los españoles. En el momento en el que detectemos algunos de los síntomas de la ludopatía en una persona de nuestro entorno, lo primero que deberíamos de hacer es buscarle ayuda para empezar un tratamiento cuanto antes.
¿Cómo puede ayudar la familia?
La familia tiene un papel muy importante en la lucha contra este trastorno: debe de servir como apoyo para motivar al paciente a iniciar un tratamiento. Y es que el primer paso hacia la cura definitiva es la preparatoria: el paciente tiene que estar dispuesto a cambiar y a querer curarse.
¿En qué consiste el tratamiento?
Lo cierto es que se sigue una perspectiva muy similar al tratamiento de adicción de drogas. Para combatir la ludopatía hay ciertos protocolos, niveles y métodos que serán aplicados dependiendo de cada paciente en cuestión.
En un primer momento, el tratamiento se iniciará en el ambulatorio con el psiquiatra o psicólogo. Cuando se considere oportuno, el paciente podrá participar en grupos con otras personas que también experimentan el mismo problema (esta fase es clave, ya que así podrá crecer su motivación para curarse al comparar casos similares al suyo).
En el caso de que la motivación sea muy reducida, el tratamiento se alargará. Además, existen ciertos fármacos que pueden ser un buen soporte para tratar ciertos síntomas; por lo general, la serotonina y la dopamina, elementos que ayudan a gestionar los impulsos del usuario.
¿Qué síntomas tiene la abstinencia al juego?
Los primeros síntomas que experimentará el paciente será la presencia de problemas para conciliar el sueño (insomnio, sudores fríos, taquicardia); es decir, síntomas a nivel físico. Mucho más tediosos son los síntomas mentales, sobre todo la obsesión de querer volver a jugar.¿Qué debe de hacer la pareja o el cónyuge en el momento en el que el paciente vuelve a casa?
La tarea de la pareja, compañero o amigo será intentar hacerle ver lo que está pasando y que ellos mismos lleguen a la conclusión de que están ante un problema muy grave al que hay que buscarle solución. El paciente debe de estar controlado en todo momento, sobre todo para prevenir cualquier posible recaída. Las sesiones con el psicólogo/psiquiatra y las de ayuda grupal, pueden repetirse durante un determinado tiempo, pero incluso podrían llegar a ser permanentes.
¿Qué consecuencias tiene no salir de la adicción al juego?
Las consecuencias van desde el aislamiento social, a la depresión a nivel emocional o laboral, incluso, en casos más graves, podrían llevar al usuario al suicidio. Un trastorno mucho más grave del que parece al que hay que poner solución desde el momento en el que se detecte en cualquier persona de nuestro entorno.